domingo, 12 de junio de 2016

Los cafés de Buenos Aires - Última parte


Hacia fines de la década del cincuenta y durante los sesenta, la bohemia se traslado al "bajo", cerca de dos polos de cuestionamiento de lo establecido: el Di Tella y la Facultad de Filosofía y Letras (que en ese entonces estaba donde ahora se encuentra el rectorado de la Universidad de Buenos Aires, UBA: Viamonte entre San Martín y Reconquista). 
En el Florida, en la calle Viamonte, se daban cita los responsables de la revista Contorno: Ismael y David Viñas, Noé Jetrik, Jorge Lafforgue y León Rozichtner entre otros.
Y acá no puedo dejar de mencionar un café poco nombrado por los historiadores de los cafés porteños, pero recordado por quienes concurrían: el Chambery, en Av. Córdoba y San Martín, en la esquina donde ahora está una juguetería, y cuyos propietarios eran mis tíos Juan y Eduardo, y donde mi papá era el barman (como se decía en aquella época). Recuerdo que mi papá nos contaba que allí iban: Ernesto Sábato a tomar siempre su copa de vino, Oliverio Girondo, el cantante de tango Alberto Morán y Alfredo Barbieri junto con sus compañeros de actuación en los teatros de revista, pero él era el único que iba con la ropa con la que actuaba: frac, galera y bastón.
Mucho tiempo después nos enteramos que se  allí también se reunían los surrealistas, y que en el Chambery se gestaron las revistas: La rueda y A partir de cero, las dos publicaciones surrealistas de la época. Concurrían entonces: Carlos Latorre, Julio Llinás, Enrique Molina, Aldo Pellegrini, Francisco Madariaga, Esteban Fazio, Alberto Greco, Luis Wells, Kenneth Kemble, Enrique Barilari y Mario Pucciarelli, entre otros.
Al Chambery lo mencionan en sus libros: Juan Jose Sebreli, "El tiempo de una vida"; Ernesto Goldar, "Vida cotidiana en la década del 50"; Olga Orozco y Gloria Alcorta, "Travesías. Conversaciones coordinadas por Antonio Requeni"; Osvaldo Borda, "Confesiones y Confusiones. retrospectiva del pintor y su época"; y la revista de artes visuales "Ramona" Nro. 47 del 2004, en el artículo "Un brindis por el sordo Masotta y sus cócteles explosivos".
También es nombrado en el diario La Nación del 25 de Junio de 1998, en el artículo "Luis Wells: álgebra y fuego. El maestro del informalismo saca a la luz sus pinturas recientes. Hasta el 11 de julio, su última obra, mezcla de rigor e intuición, puede verse en la galería Rubbers y en el Museo de Bellas Artes", y en Radarlibros, de Página 12, en el artículo: "Ubú rey de la patagonia. Ayer fue fundado el Novísimo Instituto de Altos Estudios Patafísicos de Buenos Aires, una institución pionera en esa Ciencia de lo Particular INVENTADA por Alfred Jarry" de Rafael Cippolini.

Mi papá (a la izquierda) y uno de los cocineros

Mi tío Juan (segundo a partir de la izquierda), el mozo y parte del personal

La carta del Chambery

La carta del Chambery


En los setentas, la bohemia emigró hacia la Av. Corrientes (entre Av. Callao y el Obelisco), a cafés como La Giralda, El Foro, Ramos (que ahora se convirtió en un local de una cadena de pizzerías —no quiero saber que pasó con el mural con caricaturas de maestros del tango que tenía en una de sus paredes: Carlos gardel, Astor Piazzolla, Osvaldo Pugliese, Anibal Troilo, Edmundo Rivero y Roberto Goyeneche alrededor de una mesa de café—), y La Paz, refugio de los intelectuales de la izquierda argentina, que ahora tiene un drugstore en la entrada. Frecuentaban La Paz: Manuel Puig, Osvaldo Soriano, Rodolfo Rabanal, Abelardo Castillo, responsable de las revistas: El Escarabajo de Oro y El Grillo de Papel junto con Ricardo Piglia, Horacio Salas e Isidoro Blaisten.


La Paz en sus viejos tiempos

Todo este movimiento cultural terminó con la última dictadura militar, entre 1976 y 1983. En la década del ochenta volvieron los debates y surgieron las librerías-café, a donde concurrían los escritores. Hablamos de locales como Gandhi y Clásica y Moderna.


Foro Gandhi (actualmente ubicada en otra dirección, ya sin el café)

Y en los últimos años aparecieron las cadenas como nuevos lugares de reunión, cada uno con sus identidades y con sus grupos de clientes: los pequeños locales que sirven café gourmet, los que sirven café de origen, y los cafés que además venden café en grano o molido. Ojalá este nuevo período neoliberal no termine con ellos.

Qué mejor para terminar esta serie de posts que ver dos videos del programa de TV: Polemica en el bar, con siete capos cómicos: Adolfo García Grau, Javier Portales, Fidel Pintos, Juan Carlos Altavista (como "Minguito Tinguitella"), Vicente La Russa (como "el preso", que era el mozo) y Alberto Irizar (como "el gallego", que era el dueño del bar). Empezó siendo un sketch del programa Operación Ja ja, en 1963, y en 1972 pasó a ser un programa independiente.
Y también un video con el tango que mejor cuenta "el café": cantado por Edmundo Rivero, "Cafetín de Buenos Aires", con letra de Enrique Santos Discépolo y música de Mariano Mores.









2 comentarios:

  1. Genial, Guillermo, y ni hablar de lorecuerdos de tu papá. Los cafés como un centro de desarrollo cultural imprescindible. Besos, mi amor.

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  2. Genial! Y más emotivo por cumplirse hoy 13/6 un aniversario más de la partida de papá.
    Te debo los escaneos de los tragos de puño y letra de papá que se me traspapelaron. Beso

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