domingo, 10 de diciembre de 2017

Hoy, hace 34 años...



Hoy, hace 34 años, asumía el gobierno Raúl Alfonsín. Épocas en las que todavía, con 16 años de edad, algunos teníamos la ilusión de que este país podía ser finalmente un país serio, ilusión que ya no existe.
Un presidente que trató, más allá de la coyuntura, de sentar las bases para una democracia distinta, moderna y sin los vicios que había tenido hasta ese momento. Él hablaba de "refundar la democracia". Hubo convocatorias como la "Convocatoria para una Convergencia Democrática", y grupos de discusión y asesoramiento como el "Consejo para la consolidación de la democracia", pero la mayoría de la oposición y los grupos corporativos estaban más preocupados por fogonear la
coyuntura, que era muy complicada, y para llevar agua para su molino electoral. Por eso, de democracia moderna nada, y muchos de sus vicios continúan presentes. Ahora, algunos pretenden hacernos creer que alguna convocatoria a "buscar consensos" que hubo últimamente, están inspiradas en aquellas. Perdón, pero no creo ni que estén inspiradas, ni que el espíritu ni los métodos sean los mismos.

Como dije en algún otro post, un Presidente que no es valorado como corresponde, ni escuchado todo lo que debería haberlo sido. Creo que la mayoría de la gente aún no tiene una idea acabada de todo lo que aportó Raúl Alfonsín para la consolidación de la democracia argentina; sin ir más lejos, muchas de las conclusiones y recomendaciones del "Consejo para la consolidación de la democracia" fueron incorporados a la reforma constitucional de 1994, llevadas por Raúl Alfonsín y plasmadas en el acuerdo entre él y Carlos Ménem, lo que resultó en una reforma progresista, (mala palabra en este país junto con la palabra socialdemócrata). Por ejemplo: se introdujeron límites al precidencialismo, se fortalecieron los mecanismos de control, creación del consejo de la magistratura, los cambios en el sistema electoral (eliminando los colegios electorales), la autonomía de la ciudad de Buenos Aires, el fortalecimiento del régimen federal, se incorporaron mecanismos de democracia semidirecta, se incorporaron con rango constitucional el habeas corpus, el habeas data, el amparo y el secreto de las fuentes periodísticas, se le dio rango constitucional también a: el defensor del pueblo, los partidos políticos y el sufragio obligatorio, el defensor del usuario y el del consumidor, el derecho a un medioambiente sano, el reconocimiento a la identidad de los pueblos indígenas, la gratuidad de la educación y la igualdad de las mujeres.

También se incorporaron medidas de defensa de la propia constitución: estableciéndose que aquellos que la violentaran, y usurparan cargos previstos en ella, les cabe el delito de traidores a la patria y la inhabilitación perpetua para cualquier cargo público, se le quitan los beneficios del indulto, siendo esos delitos inprescriptibles y las acciones de los usurpadores en ejercicio de la usurpación, nulas. También le asiste al pueblo, constitucionalmente, el derecho a resistir la opresión ante cualquier poder sedicioso.
Y, ¿qué le quedó a la gente de todo esto?, lo que le metieron en la cabeza los medios de comunicación, que Alfonsín había hecho un pacto entre gallos y medianoches con Ménem para que Ménem tuviera la posibilidad de la reelección.
Obviamente muchas de estas incorporaciones pueden ser bastardeadas en la práctica, y de hecho lo son, pero por eso seguimos sin ser un país en serio.


Me acuerdo de ese día; el cielo estaba despejado, no hacía mucho calor. Nos fuímos en colectivo hasta Av. de Mayo y 9 de Julio para verlo pasar en el camino entre el Congreso y la Casa de Gobierno. Mientras íbamos, escuchábamos el discurso ante la asamblea legislativa por la radio.
Llegamos y nos acomodamos en la baranda, ya había mucha gente y muchas banderas argentinas. Habremos esperado media hora y terminó el discurso. Al ratito se empezaron a oír a lo lejos los gritos de la gente, el auto ya venía por Av. de Mayo.

Entre los papelitos y los granaderos apenas pudimos verlo. La policía, a medida que el auto pasaba, iba sacando las vallas para que la gente pasara y fuera detrás del auto.
Lo más lejos que pudimos llegar fue hasta Bolívar y Av. de Mayo, a la esquina de la Municipalidad de Bs. As., al costado del Cabildo.
Mientras la plaza gritaba "se va acabar, se va a acabar, la dictadura militar", la radio transmitía la toma de posesión del cargo.
Y, para terminar toda la ceremonia, el saludo de Alfonsín desde los balcones del Cabildo, que terminó, como siempre, con el "rezo laico" de una parte del preámbulo de la Constitución.
Mi viejo pensaba que entre el 30 de Octubre y el 10 de Diciembre los militares iban a hacer algo para no entregar el gobierno, por suerte se equivocó. Un eslogan de campaña decía: "Alfonsín, el hombre que hace falta", y era cierto.