domingo, 1 de mayo de 2016

El pasado 26 de Abril se cumplieron 79 años del bombardeo de Gernika

  El 26 de Abril de 1937 era un Lunes de primavera, día de feria en Gernika, por lo cual mucho baserritarras (chacareros) llevaron sus productos a vender en la ciudad. 
  Los combates estaban a muchos kilómetros al Sur y al Este. 
  A las 16:30hs las campanas de la iglesia comenzaron a sonar, a los pocos minutos un avión Heinkel 111 descargó sus bombas en la zona de la estación. Mientras la gente corría a los refugios, otro Heinkel dejó caer sus bombas y ametralló a la población.
  Cuando todo parecía haber pasado y la población salió de los refugios a ayudar a los heridos, comenzaron a escucharse los Junker 52, bombarderos pesados que dejaban caer su carga de bombas de 50 libras (23 kilos) y 100 libras (45 kilos) sobre los edificios.
  En el momento en que la gente comenzó a huir ,de los refugios que estaban en los sótanos de esos edificios, porque también eran alcanzados por las bombas, aparecieron los Heinkel 51 a ametrallar a la población.
  Desde las 17:15hs hasta las 19:45hs (hora en la que se dejaron de oír los aviones), los Junker 52 y los Heinkel 111 se turnaron en lanzar sus cargas: bombas explosivas y bombas incendiarias; estas últimas caían en los edificios destruidos y prendían todo lo inflamable a su paso. Esta etapa final del bombardeo tenía blancos elegidos que eran destruidos en forma ordenada.
  Cuando todo cesó, la ciudad era una enorme hoguera, incluso ardían algunos caseríos cercanos. Solo la Casa de Juntas (lugar donde había asumido como primer Lehendakari autónomo vasco, el 7 de Octubre de 1936, José Antonio Agirre y Lekube, y lugar donde se encuentra el Árbol de Gernika, el símbolo de las libertades vascas) estaba en pie, con apenas unos pocos destrozos en los jardines y en las ventanas.
  George L. Steer, periodista y corresponsal de guerra inglés, fue el primero en propagar la noticia fuera de España casi inmediatamente de sucedido el bombardeo, denunciando que los aviones y los proyectiles encontrados eran de fabricación alemana. Después vinieron las mentiras franquistas: que la quemaron los comunistas, que la quemaron los nacionalistas, etc., etc.

Busto de George Steer
  Según Steer, éste fue el comunicado del Lehendakari Agirre: 
«Los aviadores alemanes, al servicio de los rebeldes españoles, han bombardeado Gernika, quemando la ciudad histórica venerada por todos los vascos. Han intentado herirnos en lo más sensible de nuestros sentimientos patrióticos, mostrando una vez más que Euskadi no puede esperar nada de quienes no vacilan en destruir incluso el santuario que conserva los siglos de nuestra libertad y nuestra democracia.
Ante esta atrocidad nosotros, todos los vascos, debemos reaccionar con violencia, jurando desde el fondo de nuestros corazones defender los principios de nuestro pueblo con terquedad y heroísmo si es necesario. No podemos ocultar la gravedad del momento; pero el invasor nunca logrará la victoria si nos esforzamos por derrotarlo alzando nuestros espíritus a las alturas de la fuerza y la determinación.
El enemigo ha avanzado en muchas otras partes para luego ser repelido. No dudo en afirmar que lo mismo ocurrirá aquí. ¡Ojalá esta atrocidad de hoy sea un estímulo que nos empuje a lograrlo con rapidez!».
  Comprensiblemente, la tranquilidad y mesura que debe tener un gobernante fue ganada por la ira por obvias razones. La resistencia de los vascos duró solamente dos meses más, hasta Junio de 1937.

Lehendakari José Antonio Agirre
  Obviamente la idea era quebrar la resistencia vasca en el Norte destruyendo un símbolo, como era y es, Gernika. El lugar de juramento de Agirre y sitio dónde se encuentra el roble que simboliza y encarna las libertades vascas. 
  El árbol actual fue plantado en 2004 como consecuencia de la muerte del anterior debido al hongo Armillaria mellea, un espécimen que databa de 1860, y que a su vez había sustituido al "árbol viejo" que contaba con más de 300 años de antigüedad. Recordemos que cada uno es vástago del anterior, manteniendo así la continuidad milenaria desde el primigenio árbol sagrado, tal como lo es el roble de Gernika.

Tronco del primitivo árbol

Actual retoño ancestral. Árbol de Gernika
 Las fotos de Gernika arrasada son elocuentes:







  Acá les dejo el link para que lean el artículo de Steer original publicado en el Times de Londres.

  En 1997 Roman Herzog, presidente de Alemania, a través de su embajador, asumió en Gernika la memoria de lo sucedido: “Yo quiero asumir ese pasado y reconocer expresamente la culpa de los aviones alemanes involucrados”.

 Para los que quieran leer sobre el tema les recomiendo: El día en que Guernica murió de Gordon Thomas y Max Morgan-Witts y El árbol de Gernika. Un ensayo sobre la guerra moderna de George L. Steer.

 Éste es un pequeño párrafo del libro de Steer:

"Al salir de entre los montes apareció ante nuestros ojos Gernika. 
Un armazón de mecano. 
De cada ventana surgían lenguas de fuego. 
En vez de tejados, no había sino salvajes colgantes en combustión. 
El armazón de mecano se tambaleaba 
y un desorden rojo y feroz comenzaba a reemplazar su rígida geometría."

"Guernica" de Pablo Picasso. Pintado con motivo de la tragedia de Gernika.



  Un recuerdo para todos los muertos de Gernika y para los muertos de todos los bombardeos a ciudades, que por desgracia todavía siguen ocurriendo.




1 comentario:

  1. Estremecedor. Como todo episodio violento. Más aún, cuando afectó al pueblo de nuestras raíces

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