Sobre este instrumento de percusión vasco no hubo referencias documentales hasta 1890, pero se cree que es muy anterior. Existen varias teorías sobre su origen: que servía como medio de comunicación -según dicen se escucha hasta 5 km a la redonda-, vinculado a los ritmos de trabajo colectivo, como el prensado manual de manzanas para hacer sidra, e incluso lo vinculan con el Semantrón utilizado durante la cuaresma para llamar a los fieles: un tabla de madera grande suspendida del techo y que se toca con martillos de madera, que en algunos lugares todavía se utiliza.
Según los estudiosos, es más cercano a instrumentos africanos o asiáticos que a instrumentos europeos. Pero sí formó parte de la costumbre europea de utilizar instrumentos de percusión en la festividades o eventos sociales. En Euskadi, particularmente en la noche de San Juan, en bodas o después de alguna jornada de trabajos colectivos; pero siempre de noche.
Como instrumento rural e identitario de la cultura vasca, casi estaba desaparecido en la década del '60 cuando los hermanos Artze, respetando las formas tradicionales, la vincularon a las vanguardias del momento: ritmos minimalistas liberados de melodías.
A partir de ese momento comenzó su crecimiento y su evolución, sostenidos hasta ahora por medio de escuelas. Pasando así, de forma natural, del campo a la ciudad. Y abriéndose, por consiguiente, a nuevas formas de interpretación, no solo como instrumento solista sino incorporándose a grupos y orquestas; siendo tono para celular, timbre de recreo en escuelas y dando el salto a la internacionalización.
El Museo de Instrumentos Musicales de Bruselas ya tiene una txalaparta donada por el Instituto Etxepare, junto con un conjunto de grabaciones con las diferentes formas de tocarla.
La apariencia del instrumento ha cambiado en las distintas épocas y tiempos. La imagen tradicional es: un par de cestos o canastos boca abajo, dos sillas o dos bancos; sobre estos sacos viejos, hierba seca u hojas de maíz para hacer de aislantes; y, sobre los aislantes, una madera (generalmente de Roble o Haya, actualmente se usan también otras maderas) de 2 m., por 20 cm., por 6 cm; con los soportes colocados a una quinta de los extremos de la madera. Se toca entre dos personas, cada una percute con dos palos (generalmente de fresno), de distintos largos y de forma cónica-troncal, tomándolos en forma vertical y moviéndolos de arriba hacia abajo.
Las normas de interpretación son estrechas, pero hay mucha libertad para improvisar y usar la imaginación.
Actualmente se puede tocar entre más personas y se usan más de una tabla. Hasta ahora no había música escrita para txalapartas, recién en estos tiempos se están afinando las maderas para lograr notas y escribiendo partituras.
Y para terminar vamos a ver tres videos: el primeo es el grupo Oreka Tx, el segundo es del grupo Kalakan y el tercero es del mismo grupo junto con Madonna en París tocando el tema "Sagarra Jo".
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